La gran empresa, aquella que tiene más de 1.000 trabajadores, de nuevo es la que más  tarda en pagar, 128 días y la que menos ha reducido su periodo de pago en los últimos seis meses, frente al mayor esfuerzo  realizado por las Pymes y autónomos

 

El informe sobre Morosidad elaborado por la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA) confirma una vez más que se cumple el axioma de “cuanto más grande, más moroso”, pues son las empresas de mayor tamaño las que más tardan en abonar sus facturas con  los autónomos: nada menos que 128 días. Por el contrario,  cuanto menor es el tamaño de la empresa, menos tardan en pagar. Así, las pequeñas empresas y los autónomos son las que antes pagan y también las que más se están esforzando por reducir sus periodos de pago. De hecho, las empresas que tienen entre 250 y 1.000 trabajadores pagan en 119 días de media, y  si descendemos a las empresas que cuentan con entre 50 y 250 empleados, los plazos medios de pago bajan  hasta los 73 días y hasta los 58 en el caso de las que tienen entre 9 y 50 trabajadores.

 

En cuanto a las transacciones entre los propios autónomos y con empresas de menos de 10 trabajadores son los únicos sectores que cumplen con lo que establece la Ley: las transacciones entre los autónomos se sitúan en 45 días y en 48 en el caso de las microempresas, aquellas que cuentan con entre uno y nueve trabajadores a su cargo.

 

Cabe destacar que aunque independientemente de su tamaño, la empresa privada ha reducido sus periodos medios de pago. Ahora bien, aquí también  son las empresas de entre 9 y 50 trabajadores las que han reducido más este tiempo de espera: 8 días menos que hace seis meses (un 12,1% menos de tiempo de espera). Y los autónomos, a pesar de su pequeño margen de maniobra los siguientes en mayor porcentaje de reducción de tiempo de espera con un descenso del 11,8% de este tiempo medio (6 días menos en seis meses). La gran empresa, aquella que tiene más de 1.000 trabajadores, es, además de la mayor morosa, la que menos reduce ese periodo: 4 días en seis meses, un 3%.

 

La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos solicita que se cree un cuerpo de inspección específico que vigile la morosidad y establecer un recargo del 20% automático cuando se superen los plazos de pago legalmente establecidos y establecer un régimen sancionador para aquellas empresas que incumplan de forma reiterada y siempre y cuando responda a malas prácticas los plazos de pago con sus proveedores. Además de ATA hemos propuesto a la propia administración la creación de un buzón anónimo donde los proveedores puedan denunciar a quien incumple los plazos de pago y no hace frente a sus facturas en el tiempo que marca la Ley, como el que ya funciona para la eliminación de las trabas administrativas y que tan buenos resultados está dando (http://www.ata.es/incidencias-con-aapp).

 

“Desgraciadamente el plazo de pago casi triplica lo que establece la Ley. Pese a los avances, debemos plantear acabar con la morosidad como una prioridad absoluta y actuar de forma contundente contra ella. Más allá de la morosidad pública, no tiene sentido que las grandes empresas, con todos sus recursos no sean capaces de cumplir la ley como hacen los autónomos. La morosidad no puede convertirse en una técnica financiera de flujo de caja. Debemos tener tolerancia cero con la morosidad”, concluye Lorenzo Amor, presidente de ATA .

Fuente: autonomosenruta.com